Gracias al maravilloso trabajo del diseñador gráfico Javier Bello Cortés, a quien di la tabarra un montón de horas y siempre me atendió con su característica amabilidad y constante sonrisa, tengo mi personalísimo y precioso logo, porque el dibujo, como bien podéis ver, representa mi casa de muñecas de cuando era una niña, este hermoso pazo que mi querido abuelo Mario hizo con madera, sus propias manos y todo el amor del mundo ¡incluso le puso luz en todas las habitaciones! Mis padres y mis abuelos lo amueblaron con mimo, tanto de piezas compradas como con las que él hizo y otras que habían pertenecido a la casita de mi madre; entre ella y mi abuela cosieron y bordaron cortinas y demás ropitas. Os puedo garantizar que el resultado fue espectacular, sobre todo en aquella época.
¡Cuántas horas felices hemos jugado con él, tanto mis hermanos como yo!
Pero la vida me llevó por derroteros lejanos y con otras prioridades... Mientras, el pobre me esperó, abandonado durante muchos años; las goteras de la lluvia le pudrieron maderas y la carcoma se cebó en las que quedaban, que a su vez fueron resecándose y algunas estallaron.
Aunque ya he trabajado en su recuperación más de un año, desparasitándolo y tapando agujeritos de bichos uno a uno (¡todavía no he terminado!) sigue estando en muy mal estado, pero ese es mi reto: queda mucho por hacer y estoy ilusionada con devolverle su antiguo esplendor. Voy muy despacio por falta de tiempo, pero vuelvo a él siempre que puedo.
En junio iba a empezar una nueva sección del blog con este tema, pero no he podido esperar.
¡Os presento, pues, mi pequeño gran pazo, símbolo en la actualidad de mi acometida en este mundillo de las casas de muñecas y las miniaturas!
que bueno, con solera....espero seguir viendo cosas...
ResponderEliminarGracias por tu apoyo, Cármen
Eliminares la que tenias en la tienda , no? esta preciosa , buen trabajo , un bikiño
ResponderEliminarSí, aunque allí no pude tocarla. Por mucho que uno intente cambiarlo, el día tiene 24 horas y se acabó...
EliminarQue mitico y bonito es. Cuantas veces desfilaron mis soldados y coches por sus salas. :D
ResponderEliminarMuchas, muchas veces... Cierto que sus pequeñas paredes han visto juegos de varias generaciones...
EliminarEs una maravilla,realmente precioso!
ResponderEliminarUn besin