Acabamos de estrenarlo y espero que sea mejor que el anterior que, al menos para mi, no ha sido muy bueno que digamos... Seamos optimistas.
Os voy a presentar "La boutique" terminada. No la he puesto antes porque era un regalo de Reyes y no quise que se chafase la sorpresa por mi culpa. Ahora que la destinataria ya lo tiene en su poder, puedo enseñárosla.
En la entrada del mes de julio, "Fin de Curso", ya adelanté la historia y las primeras fotos, así que a ella me remito para no ser repetitiva; sólo señalar que el reto fue doble, además del tamaño de la caja, el hacer ropa: es la primera vez que me meto a ello...
Y, desde las fotos del verano, llegamos a ésto...
Y, desde las fotos del verano, llegamos a ésto...
Voy a ir mostrando cosa por cosa, empezando por la contratapa; en ella colgué:
una percha especial con tres pañoletas,
un conjunto de noche, de terciopelo y raso, con cartera y pendientes a juego,
un veraniego conjunto a rayas
y un par de guantes blancos de tul.
En el lateral izquierdo colgué unos cuantos modelitos de bisutería y una
falda recta de ante (con las prisas me olvidé de hacerle una foto para
verla completa, pero se puede apreciar el detalle del cinturón).
En el fondo, sobre los estantes, puse un bolso de ante a juego con la falda anterior,
una camisa a rayas con remates rosa y botones de pedrería
y un bolso de piel con un hermoso cierre.
Ya en el lateral derecho, justo encima del candelabro que os mostré en julio -y en un estante más estrecho que los anteriores- se muestra un juego de alta bisutería.
Tijeras, hilo con aguja, otro bloc de composturas, un cheque para ingresar, sellos de correos y algunas cartas, además de la chequera y diferentes billetes de pesetas, que era la moneda en curso de aquellos años.
También de la época era la bolsa plástica con asa rígida, que cortaba las manos en cuanto pesaba un poco.
¡Menos mal que ya no se usa ese
modelo!
Mirando hacia la izquierda, la butaca muestra una camisa muy femenina y un cinturón de cuero negro. También están otro bloc de arreglos y una pequeña bandejita dorada con el alfiletero de muñeca y la cinta métrica.
Para el final os dejo la enseña que da personalidad propia al conjunto, justo de frente y sobre la puerta de cristal:
Seguro que aún hay gente que recuerda esta carrilana de bronce sobre la fachada de piedra.
Espero que os guste. Para mi ha sido complicado pero muy grato. Ahora estoy con un nuevo reto, que ya os iré mostrando.
¡HASTA PRONTO!
Menuda virguería!
ResponderEliminarque el año sea mejor, te lo deseo...!
ResponderEliminarGracias, Peke!
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